Llevaba días sin sentarme tranquilamente a escribir en esta pequeña ventana al mundo. No sé si alguien nos lee y si lo que escribo puede llegar a remover a alguien. Principalmente escribo para liberar sentimientos y para dar una visión de lo que esta Asociación pretende al efectuar la labor que hace.
Muchas mujeres agrandan los ojos cuando les explico que se puede dejar de ser victima y que la mayoría de veces somos victimas de nosotras mismas.
No lo comprenden. Porque nos venden que somos victimas de la violencia machista y si denunciamos, entramos a formar parte de una estadistica de mujeres victimas de violencia machista que tienen derecho a cobrar una ínfima y rídicula paga de supervivencia y que tenemos algunos derechos sólo por el hecho de ser Victima de violencia.
¿Cómo entonces que una es victima de si misma?....
Empezamos trabajando en la línea que creíamos que se suponía era eficaz para ayudar a una mujer victima. Fomentamos su real victimismo y la acompañamos en sus duros momentos. Ibamos con ella a los juzgados, simplemente cómo acompañamiento, nos quedabamos con sus hijos/as mientras ellas hacían todas las gestiones que les eran necesarias y proponiamos el cambio de vivienda para que al salir del entorno del maltratador, les resultase mas sencillo reincorporarse a la sociedad.
Las ayudamos dando apoyo y cursos de formación sobre todo para retomar el contacto con la tierra, para que pudiesen defenderse en entornos autosuficientes, cómo podrían ser pequeños pueblos que permiten vivir tranquilamente sin grandes espectativas, que ofrecen todos los ingredientes para salir del estress y que permiten tener un pequeño huerto en el que ayudar a dosificar la economia.
Todo esto se complementaba con los servicios de los organismos oficiales, la visita obligada al psiquiatra para que justificase tu angustia, el derecho a cobrar y la asistencia a juicios cruzados una y otra vez, por que el padre no pasa la contribución alimenticia de los niños/as, por amenazas, por las visitas, por las custodias....
De modo que nuestro trabajo o nuestra intención de sacar a las mujeres del papel de la victima, resultaba poco eficaz, porque la mujer sigue en su rol y cumpliendo con lo estipulado.
Utilizamos horas y horas de trabajo en esta labor y dinero del que no disponiamos para hacer todos estos planteamientos y después nos dabamos cuenta de que es muy dificil romper con los patrones sociales en los que nos encasillamos o nos encasillan.
Nos planteamos el trabajar desde dentro. Existen programas para que una mujer adicta a las drogas, al juego o al alcohol, deje de serlo. Pero no he asistido nunca a un seminario en el que un/a profesional de organismos oficiales nos informe de un programa integro para que una mujer deje de ser victima de violencia.
Existen factores que provocan esta situación:
- La falta de confianza en una misma
- La falta de estructura familiar
- La falta de recursos economicos familiares
Entre otros, estos son algunos de ellos. La mayoria de las mujeres que son o han sido victimas de violencia, vienen de entornos ostiles, de padres que han maltratado a sus madres o a ellas mismas. Esto se podría solucionar si una de las asignaturas por ejemplo en la escuela fuera trabajar con el respeto hacía uno mismo y hacía el entorno. Existen pedagogías cómo la Montessorí, la pedagogía 3000, la pedagogía Waldorf o la de los famosos Will que han demostrado durante mucho tiempo que la base es importante. Estas pedagogías no estan catalogadas, cómo "correctas", sinembargo, aún en las escuelas se da religión católica que excluye a la mujer, dejandola en segundo plano en casi todos sus pasajes.
Existen campañas publicitarias que machacan a las mujeres y hombres que estan entrados en peso y se les obliga a comer sano, a realizarse cirugias para gustar y si no...seguiran siendo parte del despojo social al que la sociedad les a condenado.
Por lo tanto esto es un círculo vicioso del que nosotras/os, los mortales no podemos salir sin querer investigar desde nuestras profundidades. Porque todo es un negocio que favorece a los de siempre y perjudica a los de abajo.
Casualmente leía el otro día un atisbo de querer contar la realidad del dinero que mueve una sóla mujer victima de violencia.
- Abogados
- Juicio
- Policia
- Estadistica
- Visita al organismo oficial que compete.
Realmente no sé si somos conscientes de que toda esta lucha, debe convenir a alguien que se frota las manos cada vez que otra mujer aparece con un ojo morado.
Por lo tanto decidimos bajarnos del carro de esta locura y decidimos hacer un ejercicio de introspección selectiva. Hay mujeres que realmente quieren dejar de ser victimas y para ello sólo tienen que entregarse a sí mismas, a escucharse y a trabajar para reconocerse a sí mismas. Algo que la sociedad en la que vivimos nos olvida mostrar.
Ponemos las herramientas sobre la mesa y ellas seleccionan si tomarlas para fabricar su propio barco o deciden subirse al barco que ya esta creado por la sociedad.
Después seguimos con todos los servicios con los que comenzamos, siempre y cuando la mujer deje de utilizar la palabra victima en ella misma.
Luchadora, Diosa, Creadora, Trabajadora, Empoderada, Reinventada...cientos de adjetivos que tachan la palabra victima del vocabulario de una mujer que renace ante si misma cómo una mujer independiente que corta los lazos con la esclavitud, no sólo con el hombre que durante años la ha sometido, si no también con una sociedad que la limita y la encasilla sólo por no haber tenido unos cimientos sólidos que la permitiese reconocerse cómo igual ante un hombre.
sábado, 6 de noviembre de 2010
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