No te calles...DENUNCIA....y es lo que debemos hacer y con más miedo casí que al propio maltratador, vamos y ponemos la denuncia y entonces......
Entonces empieza un calvario que muy poca gente se para a escuchar cuando intentamos explicar lo que sucede después de....
Me llamo Clara, tengo 35 años y soy Cordobesa. Me case a los 22 años con el hombre de mi vida. Me enamore de él desde el primer día que le ví y pensé que me salvaría de todos los males del mundo. Yo tenía mi titulación y trabajaba cómo administrativa en una cooperativa de aceite. Él era director de marketing de una empresa en expansión.
Muchas veces, cuando hablamos de malos tratos, creemos que estan reducidos a un sector de la población clasificada de clase media-baja, con tintes de "incultura", sin estudios y focos de desectruturación en el entorno familiar. Pero ni él ni yo, veníamos de ambientes problematicos. Mis padres a día de hoy llevan casados 50 años, mis hermanas estan todas casadas, también mis hermanos. Todos trabajan, con familia, con estudios. Por su parte, tanto él cómo su hermano, estaban bien posicionados economicamente y sus padres eran de cuna pudiente. Nunca ni una familia ni la otra, dimos un escandalo con el que se pudiese comentar en el pueblo.
Nos casamos por la iglesia y al menos por mi parte, virgen, fiel y enamorada y dos años después, tuvimos a nuestro primer hijo. Tres años después a nuestro segundo hijo y hace cuatro que tuvimos a la pequeña.
Quizá los malos tratos empezaron el primer día que empecé a salir con él, pero yo lo asociaba a la protección con la que él me trataba. No puedo recordarlo. Mi historia es cómo la cientos y cientos de mujeres. Un día fué a mas, y a más, hasta que empecé a justificar mis moratones con caidas y golpes tontos de las faenas del hogar. Un brazo roto, una pierna escayolada, una costilla rota...hasta que un día me decidí y lo hicé...NO ME CALLE y denuncié.
Y con un entorno que no pensaba ayudarme mucho ya que "era un escandalo". Lo hicé de la manera mas discreta posible y al vivir en una ciudad grande pude buscar alternativas con disimulo. Pero una vez puesta la denuncia, que?....
Durante años pase un calvario sola y digo SOLA con mis hijos arrastrando de la mano. Fuí a pedir ayuda a una puerta y a otra y por ejemplo, asociaciones que se mueven por luchar contra la violencia, lo hacen de forma desinteresada con mínimos recursos y haciendo de verdad lo que buenamente pueden, pero los servicios que dependen directamente del gobierno para ayudarnos, cómo pueden decirnos que estan saturados?...hay listas de espera para conseguir un teléfono de emergencia, listas de espera para rellenar formulario para las ayudas economicas, listas de espera para ayudarte a buscar trabajo, listas de espera para todo. Pero no solo te enfrentas a eso, te enfrentas al juez, a que te cuestionen como madre cuando él solicita la custodia y la batalla por las visitas se convierte en un martirio, cuando los hijos que han visto como el padre maltrata a la madre, se niegan a acudir a estar a solas con su padre. Todo eso te encoge el alma, te destroza, te maltrata y muchas veces en soledad, he puesto en una balanza y me e preguntado que me dolía mas, sus palizas o todo lo que vino después.
Todo se va a arreglar...te dicen, has hecho lo correcto, te dicen, has sido valiente, te dicen.... pero al final después de dar vueltas y mas vueltas cómo una peonza, cansada, destrozada, a punto de querer quitarme la vida, cogí a mis hijos y me marche a sobrevivir en un pueblo aprendido a trabajar el campo.
He aprendido que a pesar del llanto de mis hijos, no me queda más remedio que llevarlos puntualmente a la cita con su padre. No e olvidado todo lo que me hizo esa persona a la que ame con locura, pero tampoco puedo olvidar lo que e sido para la sociedad, un mueble inutil, una mujer a la que medicar y citar cada dos semanas para que contase mi experiencia una y otra vez, una estadistica, una ficha....un número.
Yo había soñado que una vez saliese de esa cárcel, respiraría el aire limpio, se acabaría todo. Pero el cruce de abogados, jueces, retrasos, leyes, obligaciones, responsabilidades...hace que los malos tratos sean presentes, durante la relación y posterior.
Escuchen nuestras voces, escuchen a las victimas, dejennos hablar...preguntenos que necesitamos, dennos ayuda real y dejen de encasillarnos y catalogarnos, de estudiarnos...¿que importancia tiene saber que hay un porcentaje de mujeres rubias, o de mujeres bajas, o de mujeres menos bajas tienen riesgo de ser mas victimas que las que son mas altas o menos rubias?...no somos especies aparte a estudiar, somos mujeres pidiendo ayuda real, en el momento, rápida y que no queremos seguir siendo dependientes de nada...queremos ser libres........
viernes, 2 de septiembre de 2011
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