lunes, 8 de agosto de 2011
Sigue nuestros pasos en el camino en contra de la Violencia
En Septiembre de 2010 la Fundación de una entidad bancaria, asumió cómo un error humano el hecho de haber tirado todas las pertenencias de esta Asociación por error a la basura después de haberlas fotografiado.
Desde entonces, no tenemos medios para trabajar y aunque lo más sencillo hubiese sido disolver la Asociación, hemos seguido trabajando desde nuestras casas, sin dinero ni ayudas desde entonces salvo el dinero que hemos recaudado en los stands de los mercadillos medievales. No hemos podido realizar traslado ni las entregas semanales de enseres cómo lo veniamos haciendo.
Durante un tiempo nos solicitaron calma y paciencia a la espera de soluciones tal y se nos prometió un proceso de seguimiento de nuestro trabajo en el que se nos ayudaría de alguna manera para resalcir el daño.
Después de este tiempo y la renovación de los responsables de la Fundación y la disolución de la entidad bancaria, previa llamada de nuestra presidenta, mañana nos recibirá en la sede de dicha Fundación en Alicante a las 10:00 horas su nuevo gerente.
Podreís seguir esta reunión desde nuestro Twitter y Facebook en el que os contaremos in-situ que temas se tocan y si se exponen soluciones sobre la mesa.
Gracias por seguirnos y apoyarnos.
miércoles, 3 de agosto de 2011
GITANA y MALTRATADA pero por encima de todo MUJER
CADA SEMANA COMPARTIMOS TESTIMONIOS DE UNA DE NUESTRAS COMPAÑERAS CON EL OBJETIVO DE AYUDAR A OTRAS MUJERES:
Hoy compartimos el testimonio de nuestra compañera Carlotta. Tiene 32 años, un hijo, unos estudios, una vida diferente pero sus ojos y sus facciones delatan a esta Mujer los rasgos de la belleza gitana.
Forma parte de nuestro equipo de dirección y reivindica con ahinco toda forma de malos tratos sobre la mujer.
" Mi infacia fué muy dura porque no sabes a que lado de la balanza perteneces. Por una lado, mi padre y su familia. Gitanos tradicionales, poniendo sobre la mesa sus costumbres ejercidas con severidad y austeridad. Por otro lado, mi madre y su familia, "payos", mas abiertos, familia humilde, con un extraño legado de matriarcado castigado por la violencia machista arrastrada de generación en generación.
En mi casa, mandaba mi padre y si no se cumplia su ley, maltrataba a mi madre, pero también a mi hermano y a mi. Sus castigos correctivos eran palizas continuas, ningún gesto de cariño o aprobación por nada.
Mi hermano bien joven tuvo que empezar a trabajar para seguir con el legado familiar de vendedor de puesto ambulante y mi madre, enferma, mantenía la casa y además trabajaba en casa, porque fuera de ella no podía y con el sueldo de mi padre no llegabamos para nada.
Cuando veía el trato que mi padre y su familia nos proporcionaba a las mujeres, me sentía desconcertada y aún dentro de mi entorno, podía ser una privilegiada porque podía acceder al estudio, cosa que mis allegadas de mi edad no podían ya que tenían que ayudar en casa y con los más pequeños/as mientras las madres se dedicaban en cuerpo y alma al hogar y el esposo.
Consideraba horrores lo que para ellos y ellas eran bendiciones, cómo el que los padres acordasen con quién debía de casarse una niña de 15 años o someterse a la prueba del pañuelo para demostrar la honra y sentía verdadero pánico por si algún día eso podía tocarme a mí.
Nunca me sentí identificada con ese mundo y nunca acepté las imposiciones de mi padre. Me avergonzaba cuando en el colegio me llamaban gitana y era algo que ocultaba hasta el último momento para no ser rechazada.
Hoy, siento que hay algo en mí que me identifica, lo llevo en la sangre, esta en mis rasgos, no me averguenzo. Creo que la cultura gitana es una cultura extremadamente rica que puede proporcionar maravillosas lecciones en la vida de superación y una forma de vida mas libre. Pero también considero que las mujeres gitanas, no ya los hombres, deberían de aunarse mas a los movimientos que hay para alzar la voz y no someterse a la jerarquía patriarcal con violencia.
Una mujer no tiene dueño, tiene una pareja con amor, una mujer no es un objeto para comercializar, es un ser bendito que debe ser escuchado. Una mujer no es un titere, tiene un corazón que puede elegir libremente. Pero el problema que yo veo, es que muchas mujeres gitanas, siguen esa educación desde antes de nacer y castigan duramente a la que no quiere ser sometida a esas costumbres. Pienso que deberia de haber un cambio de conciencia en la educación de mujer a mujer, pero eso es un paso muy lento.
De momento las mujeres gitanas, las gitanas del siglo XXI, tenemos carnet de conducir, tenemos carreras universitarias, tenemos opciones de trabajo y puestos de peso dentro de empresas, en este sentido ha habido un cambio abismal, lento pero seguro. Estoy segura que todas nosotras educaremos a nuestros hijos e hijas de una forma diferente y asi el legado patriarcal violento será poco a poco relegado.
Soy gitana sí, lo soy, pero estoy en contra de toda forma de malos tratos a las mujeres. Reivindico con fuerza y alzo la voz para que no se sigan cometiendo muertes constantemente y seguiré alzando la voz contra una cultura patriarcal violenta, que sigue comercializando con las mujeres cómo si de posesiones se tratasen.
Anoche, en A3 se emitió un programa llamado "Mi gran Boda Gitana" que especifica a grandes rasgos no ya el hecho de lo que supone una boda, si no la mentalidad a la que se somete a las mujeres con comentarios cómo: "Estoy contenta de que el hombre traiga el alimento, nosotras tenemos que cuidar a los hijos y el hogar".
Supongo que en un estado de derecho, es lícito estar contenta por pensar esto y si una mujer elige que es lo que quiere, entra dentro del libre albedrío. Pero ese pensamiento a sido mamado de una madre que con 34 años, da a su hija de 16 en matrimonio y se lamenta porque ahora pierde una hija para cuidar a los otros 9 hermanos menores.
Tienen que haber opciones y posibilidades y dejar de justificar con alcohol, con drogas o enajenaciones pasajeras el maltrato y sometimiento de las mujeres en algunas culturas. No tenemos que irnos a la India ni al África mas profundo para ver cómo se acuerda un matrimonio con una cría de 13 años. Esto pasa en nuestro país.
Escuche a mi abuela decir en una ocasión que una de sus nueras se había merecido la paliza que su marido le había proporcionado, por no ser una mujer de su casa. La chica era una niña de 17 años que recién había llegado del hospital de dar a luz y se atrevió a tumbarse a descansar sin hacer la comida a su esposo.
Ante esto, no existe justificación posible y no puedo compartir ese pensamiento por mucho que haya aceptado ser gitana.
Aún queda mucho camino por hacer, quedan muchos testimonios que dar y sobre todo vencer el miedo a la represalia de los que siguen protegiendo herméticamente una cultura maravillosa que debería de abrirse sin miedo a los nuevos cambios.
Sufrí malos tratos por parte de mi padre, sufrí malos tratos por parte de mi exmarido y nunca recibí el apoyo de mi padre que jamás me dió su mano para consolarme o me apoyo en lo más mínimo que hice. Mi padre se a perdido mi cariño, todo el amor que le pude haber profesado cuando lo adoraba de pequeña. Hace años que no sé nada de él y nunca e podido compartir mis triunfos y alegrias. Me duele que no haya disfrutado de lo mas maravilloso que tengo en esta vida que es mi hijo. Creo que mi padre a pagado un precio muy alto por deberle lealta a una costumbre violenta que por desgracia se sigue extendiendo y se sigue protegiendo.
Yo ahora me miro al espejo y me siento segura de mi misma, ni a un lado de la balanza, ni al otro. Se vive bien justo en el centro, aceptando mis dos caras, mis dos lados, mis dos fusiones de sangre y habiendo dado el paso a denunciar los malos tratos y habiendo salido de toda forma violenta que me rodeaba. Poniendo mi voz para que otras puedan hacer lo mismo, no ceder al yugo opresor ni ceder a unas costumbres que no valoran la voz de la mujer...las opciones estan para conocerlas, barajarlas, estudiarlas y coger la que mas nos convenga para nuestra felicidad. Por que HOY yo SOY mujer gitana, mujer trabajadora,mujer libre...pero sobre todo MUJER FELIZ."
Hoy compartimos el testimonio de nuestra compañera Carlotta. Tiene 32 años, un hijo, unos estudios, una vida diferente pero sus ojos y sus facciones delatan a esta Mujer los rasgos de la belleza gitana.
Forma parte de nuestro equipo de dirección y reivindica con ahinco toda forma de malos tratos sobre la mujer.
" Mi infacia fué muy dura porque no sabes a que lado de la balanza perteneces. Por una lado, mi padre y su familia. Gitanos tradicionales, poniendo sobre la mesa sus costumbres ejercidas con severidad y austeridad. Por otro lado, mi madre y su familia, "payos", mas abiertos, familia humilde, con un extraño legado de matriarcado castigado por la violencia machista arrastrada de generación en generación.
En mi casa, mandaba mi padre y si no se cumplia su ley, maltrataba a mi madre, pero también a mi hermano y a mi. Sus castigos correctivos eran palizas continuas, ningún gesto de cariño o aprobación por nada.
Mi hermano bien joven tuvo que empezar a trabajar para seguir con el legado familiar de vendedor de puesto ambulante y mi madre, enferma, mantenía la casa y además trabajaba en casa, porque fuera de ella no podía y con el sueldo de mi padre no llegabamos para nada.
Cuando veía el trato que mi padre y su familia nos proporcionaba a las mujeres, me sentía desconcertada y aún dentro de mi entorno, podía ser una privilegiada porque podía acceder al estudio, cosa que mis allegadas de mi edad no podían ya que tenían que ayudar en casa y con los más pequeños/as mientras las madres se dedicaban en cuerpo y alma al hogar y el esposo.
Consideraba horrores lo que para ellos y ellas eran bendiciones, cómo el que los padres acordasen con quién debía de casarse una niña de 15 años o someterse a la prueba del pañuelo para demostrar la honra y sentía verdadero pánico por si algún día eso podía tocarme a mí.
Nunca me sentí identificada con ese mundo y nunca acepté las imposiciones de mi padre. Me avergonzaba cuando en el colegio me llamaban gitana y era algo que ocultaba hasta el último momento para no ser rechazada.
Hoy, siento que hay algo en mí que me identifica, lo llevo en la sangre, esta en mis rasgos, no me averguenzo. Creo que la cultura gitana es una cultura extremadamente rica que puede proporcionar maravillosas lecciones en la vida de superación y una forma de vida mas libre. Pero también considero que las mujeres gitanas, no ya los hombres, deberían de aunarse mas a los movimientos que hay para alzar la voz y no someterse a la jerarquía patriarcal con violencia.
Una mujer no tiene dueño, tiene una pareja con amor, una mujer no es un objeto para comercializar, es un ser bendito que debe ser escuchado. Una mujer no es un titere, tiene un corazón que puede elegir libremente. Pero el problema que yo veo, es que muchas mujeres gitanas, siguen esa educación desde antes de nacer y castigan duramente a la que no quiere ser sometida a esas costumbres. Pienso que deberia de haber un cambio de conciencia en la educación de mujer a mujer, pero eso es un paso muy lento.
De momento las mujeres gitanas, las gitanas del siglo XXI, tenemos carnet de conducir, tenemos carreras universitarias, tenemos opciones de trabajo y puestos de peso dentro de empresas, en este sentido ha habido un cambio abismal, lento pero seguro. Estoy segura que todas nosotras educaremos a nuestros hijos e hijas de una forma diferente y asi el legado patriarcal violento será poco a poco relegado.
Soy gitana sí, lo soy, pero estoy en contra de toda forma de malos tratos a las mujeres. Reivindico con fuerza y alzo la voz para que no se sigan cometiendo muertes constantemente y seguiré alzando la voz contra una cultura patriarcal violenta, que sigue comercializando con las mujeres cómo si de posesiones se tratasen.
Anoche, en A3 se emitió un programa llamado "Mi gran Boda Gitana" que especifica a grandes rasgos no ya el hecho de lo que supone una boda, si no la mentalidad a la que se somete a las mujeres con comentarios cómo: "Estoy contenta de que el hombre traiga el alimento, nosotras tenemos que cuidar a los hijos y el hogar".
Supongo que en un estado de derecho, es lícito estar contenta por pensar esto y si una mujer elige que es lo que quiere, entra dentro del libre albedrío. Pero ese pensamiento a sido mamado de una madre que con 34 años, da a su hija de 16 en matrimonio y se lamenta porque ahora pierde una hija para cuidar a los otros 9 hermanos menores.
Tienen que haber opciones y posibilidades y dejar de justificar con alcohol, con drogas o enajenaciones pasajeras el maltrato y sometimiento de las mujeres en algunas culturas. No tenemos que irnos a la India ni al África mas profundo para ver cómo se acuerda un matrimonio con una cría de 13 años. Esto pasa en nuestro país.
Escuche a mi abuela decir en una ocasión que una de sus nueras se había merecido la paliza que su marido le había proporcionado, por no ser una mujer de su casa. La chica era una niña de 17 años que recién había llegado del hospital de dar a luz y se atrevió a tumbarse a descansar sin hacer la comida a su esposo.
Ante esto, no existe justificación posible y no puedo compartir ese pensamiento por mucho que haya aceptado ser gitana.
Aún queda mucho camino por hacer, quedan muchos testimonios que dar y sobre todo vencer el miedo a la represalia de los que siguen protegiendo herméticamente una cultura maravillosa que debería de abrirse sin miedo a los nuevos cambios.
Sufrí malos tratos por parte de mi padre, sufrí malos tratos por parte de mi exmarido y nunca recibí el apoyo de mi padre que jamás me dió su mano para consolarme o me apoyo en lo más mínimo que hice. Mi padre se a perdido mi cariño, todo el amor que le pude haber profesado cuando lo adoraba de pequeña. Hace años que no sé nada de él y nunca e podido compartir mis triunfos y alegrias. Me duele que no haya disfrutado de lo mas maravilloso que tengo en esta vida que es mi hijo. Creo que mi padre a pagado un precio muy alto por deberle lealta a una costumbre violenta que por desgracia se sigue extendiendo y se sigue protegiendo.
Yo ahora me miro al espejo y me siento segura de mi misma, ni a un lado de la balanza, ni al otro. Se vive bien justo en el centro, aceptando mis dos caras, mis dos lados, mis dos fusiones de sangre y habiendo dado el paso a denunciar los malos tratos y habiendo salido de toda forma violenta que me rodeaba. Poniendo mi voz para que otras puedan hacer lo mismo, no ceder al yugo opresor ni ceder a unas costumbres que no valoran la voz de la mujer...las opciones estan para conocerlas, barajarlas, estudiarlas y coger la que mas nos convenga para nuestra felicidad. Por que HOY yo SOY mujer gitana, mujer trabajadora,mujer libre...pero sobre todo MUJER FELIZ."
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