sábado, 19 de noviembre de 2011
Con la Venía Señoría: " Me declaro una Diosa"
El lunes, tiene fama de ser un día cuando menos cansado. Astrológicamente esta relacionado con la luna, quizá por eso,(quitado en vacaciones), se torna un día taciturno, introspectivo, íntimo.... Pero los mortales de a pie, no respetamos los procesos y quizá siendo este día, un día de planificación o día interno para hacer trabajos mas calmados; nos lanzamos al frenesí de la ciudad con cara de perro, intentando abordar todo lo que nos preceda.
Y un fué lunes, cuando me encontré a las nueve de la mañana, frente a las puertas de aquel lugar sombrío, llamado "registro". Tenía que registrar urgentemente documentación de la Asociación que se había demorado para poder inscribir las actividades anuales.
Nada más cruzar el umbral, me dio la sensación de que algo" no físico" me agarraba los tobillos y dejaba todo su peso sobre ellos, haciéndome la entrada mas costosa. Tomé un número y me senté lo mas cerca de una ventana que encontré.
Porque la luz, resguarda de lo negativo y te hace ver con otros ojos lo que permanece oscuro. Y miré el rostro de las personas que se agolpaban desesperadas en aquella estancia. Con caras de enfado, de desaprobación, de tristeza. Cada persona con su historia personal. El clamor popular era el de queja hacía las funcionarias y funcionarios de las ventanillas.
La peor parte se la llevaban las mujeres. "Demasiado lentas dándole a la lengua y luego dicen que pueden hacer dos cosas a la vez" y ese comentario no vino de la boca de un hombre, si no de mi contigua en el asiento.
Decidí sacar mi agenda y escribir en ella frases afirmativas: " Yo puedo cambiar mi legado en cuánto a mi lenguaje ofensivo hacía mis congéneres". "Yo tengo calma y armonía durante todo el día" "Sólo por hoy me permito estar rodeada de una aura de calma y sabiduría". Durante una hora las escribí y las recité mentalmente hasta que llegó mi turno.
Al otro lado de la ventanilla me recibió un señor con bigote, de hombros caídos, aspecto ajado y con incipiente calvicie. Los años se amontonaban bajo sus ojos.
-Yo- "Buenos Días". No respondió y de manera autómata tomó mis papeles y se dispuso a efectuar el registro.
Leyó y dejó caer una sonrisa de medio lado, maliciosa. Se acercó a la ventanilla y me preguntó:
- Funcionario- "¿ Asociación Contra La Violencia de Género La Mujer es Una Diosa?".
-Yo- " Si".
Levantó las cejas...
-Funcionario-: "Y cuando ustedes nos agreden con cosas como estas, ¿a dónde están las asociaciones de hombres maltratados?"...
-Yo- "Disculpe, no reconozco nada en esa documentación, si es a eso a lo que usted se refiere, que pueda causarle cualquier forma de maltrato, tal y cómo la recoge la OMS en su definición de malos tratos, pero supongo que si se diese el caso en el que usted se encontrase en una situación de desamparo ante los malos tratos, encontrará asociaciones de hombres victimas de la violencia que puedan indicarle cuál es el procedimiento que usted debe seguir".
Sonrió y balbuceó algo inteligible desde el lugar dónde yo me encontraba.
-Funcionario- " ¿Y es usted una diosa? ", me preguntó con entonación sarcástica.
-Yo- "Si señor, soy una diosa"
-Funcionario- "¿Se a mirado al espejo?
-Yo- "Si señor,me he mirado lo suficiente a los ojos cómo para ver en mí lo que realmente soy, cosa que usted no podrá ver nunca, mientras se miré a sí mismo con ese prisma. Porque yo soy una representante de todas las mujeres que hemos decidido no someternos más a actitudes cómo la que usted, en este momento, esta intentando ejercer sobre mi persona. Por lo tanto le rogaría amablemente que registrase mi documentación, puesto que ese es su trabajo y me dejase celebrar un día más que estoy viva y que no me someto a las personas que intentan dañar mi parte divina-.
Me entregó la documentación sellada correctamente y salí de allí deseándole mentalmente a aquella persona que tuviese un buen día, a sabiendas que su mirada inquisidora me seguiría hasta la puerta de salida. Nada mas escuchar cerrarse tras de mí la puerta, algo me liberó y me sentí mucho mas ligera, con una sonrisa.
Hace unos años, si me hubiese pasado algo así, me hubiese cabreado mucho, hubiese llorado, hubiese llegado a casa destrozada y por días, no habría tenido el valor de mirarme al espejo y encontrarme bonita. Hubiese maldecido a ese hombre y castigado a todo aquel de su especie que me hubiese mirado y hubiese estado días y días hablando de aquella situación con rabia e impotencia.
Decidí premiarme por ello y al pasar por una floristería me regalé unas flores, porque SOY UNA DIOSA y merezco premiar a mi divinidad.
Muchas veces, la gente me pregunta porque la asociación lleva ese nombre y muchas veces cuando hemos presentado solicitudes para ayudas de alimentos u otras, nos la han denegado porque "nuestro nombre no es políticamente correcto".
Hubo un tiempo que muchos y muchas recordaran que organizamos una junta extraordinaria para cambiar el nombre de la Asociación, ya que una Fundación de una entidad bancaria (que hoy precisamente se pública en un medio de comunicación que sus directivos han sido acusados de pagar prostitución de lujo en Suiza con dinero de la entidad) nos "sugirieron cordialmente" que para proceder a posteriores acuerdos de colaboración "modificásemos el nombre de la Asociación".
Que las mujeres sean Diosas, escuece, pero escuece porque no se entiende.
Proclamarse Diosa o proclamar a las mujeres Diosas es algo que no se concibe en nuestra cultura y en muchas otras que siguen ancladas al patrón generacional del machismo.
Y siempre e rehusado a relacionar la asociación con la religión, con la política u otras causas, pero hay momentos en el que explicar la palabra Diosa sin connotación religiosa, resulta realmente difícil. Cómo es el caso.
Y es que el problema radica en la definición que damos a muchos términos. Los conceptos de monoteísmo y politeísmo pueden ser relativos, de modo que los conceptos de dios y diosa pueden ser culturalmente mal entendidos. El concepto de género en relación a un Dios y a una Diosa puede connotar profundas tendencias de patriarcado y matriarcado que pueden equivaler a la división entre monoteísmo y politeísmo
El uso de una lengua paralela como "patriarcado" y "matriarcado" para indicar tendencias de género puede agregar malentendidos en las preferencias de organización social de hombres y mujeres, según lo evidenciado en resultados antropológicos, arqueológicos y culturales.
Y es que Dios en su definición resulta que es el nombre que se le da en español a un ser único omnipotente y personal. Es considerado un ente masculino superior que no se deja ver, pero está en todas partes. Dios es asumido por ser hombre, corpulento, sabio y propietario de todo y tod@s. Dios es un ser no visible al ojo human, perfecto sin defecto, ni debilidad, por ello, él es Dios y nosotr@s somos mortales.
Sinembargo Una diosa es una deidad femenina. No hay mucho más que podamos sacar en claro.
Es por ello, que considero que el problema lo tenemos al idealizar a Dios cómo algo independiente a nosotr@s. ¿ Que pasaría si Dios fuese dual?, ¿que fuese algo que esta en todo y tod@s?, ¿algo que esta dentro y fuera?, ¿y si algo de Dios fuese mio cómo yo fuese de él/ella?...
Pero dice la biblia que "Así en la tierra cómo en el cielo", por lo tanto lo mismo que esta arriba, debe de estar abajo, ¿no?, y si Dios esta con su barba blanca y su túnica blanca, en el cielo, entre nubes, también estará aquí, en cada lugar que vemos. O quizá, se refiera el texto sagrado de una manera metafórica a que no distamos mucho de la unión con la divinidad....
También dice la biblia que: "Estamos hechos a imagen y semejanza de Dios"...por lo tanto yo, debo de ser un anciano sabio, lleno de músculos, con una espesa y larga barba blanca,...O será quizá que a lo que refiere la biblia es a anunciarnos, que una parte de esa divinad esta en nosotr@s...
El problema también lo tenemos al definir a una Diosa, cómo a una mujer sólo hermosa por fuera, (Beyonce, Jennifer lopez, los ángeles de Victoria secret´s) a todas estas mujeres las han relacionado en calificaciones cómo tal. Y además el término Diosa se suele incluir en adjetivos con connotaciones sexuales hacía la mujer.
Pero....¿ y que ocurriría si una mujer, abriese las alas de su independencia y se aceptase como mujer completa independientemente de sus atributos físicos y cómo mujer sabia?, ¿Qué ocurriría si las mujeres se dieran cuenta del poder ancestral que arrastran en sus ovarios, (dando vida física), o en su mente (dando vida a proyectos y circunstancias)?...¿que pasaría si un hombre aceptase que somos duales y que tod@s tenemos una parte femenina y otra masculina, así cómo que la mujer aceptase lo mismo en ella?.....
Creo que las religiones tomadas de manera sana sin radicalismos, son saludables. Lo mismo ocurre con las creencias de todo tipo que no falten ni dañen al prójimo. Creo que el respeto es lo que nos hace diferentes y la empatía y la asertividad,un regalo, que debemos poner en práctica cada día. Esas son las cosas que nos atan a la divinidad, sea hombre o sea mujer, sea un@, sean vari@s...SER feliz, ser consciente, ser respetuoso y sobre todo y por encima de todo SER, es el camino que nos toca recorrer para encontrar un sentido a todo esto, que es la vida. Porque tod@s somos duales, tod@s somos lo mismo.
La Asociación contra la violencia de género La Mujer es una Diosa, siempre a querido recordar a cada una de las mujeres que independientemente de las vivencias que la hayan rodeado, hay caminos para volver a la vida, para re-conocerse, auto-sanarse, darse vida...por dentro y por fuera.
"Ser una Diosa o Deva es asumirse cómo ser integral, reconocerse y respetarse en sus procesos internos en un ciclo evolutivo en constante movimiento".
Valorarse y Empoderarse es algo que nos convierte en Diosas/Dioses y no por ser seres perfectos, sino, justamente por todo lo contrario, por aprender de las imperfecciones para ser, seres mejores.
Y nunca bajo ningún concepto, degradamos a nuestros compañeros masculinos queriendo ser más o mejores que ellos. ¿Acaso un hombre si desea no puede proclamarse Dios?...eres divino a los ojos del mismo, eres sabio, eres íntegro, eres asertivo, eres respetuoso, eres tolerante, eres amante, eres amigo, eres tú...entonces eres parte de Dios, eres su imagen, eres su semejanza.
Hace algunos años que por ayudar a cada una de las mujeres que nos solicitan apoyo, funcionamos con el acrónimo de La Mujer es una Diosa. LMD, ya que nuestro nombre, parece ser, ha sido el causante de que no hayamos recibido diferentes apoyos.
Pero no renunciamos a seguir manifestando que las mujeres deben reconocerse cómo mujeres capacitadas y válidas, que deben poner un muro ante el patriarcado que ya esta obsoleto, que no es sano, que no aporta y que ya no tiene base fundamental que nos convenza a las mujeres para seguir soportándolo sobre nuestras espaldas. Ya no queremos eso para nosotras, ni para nuestras hijas e hijos. Si nosotras sanamos esta herida ancestral. Sanaremos las heridas de nuestras antepasadas y las de nuestras generaciones venideras. Por que el cambio esta dentro de cada un@.
Al fin de cuentas, esto es lo que pienso yo....Y Si yo lo Creo, yo lo siento.
Y si..."Yo Soy Una Diosa".
Me gustaría compartir este Texto de Analía Bernardo para mayor entendimiento del Poder Femenino.
"Las Mujeres De La Diosa"
http://www.empoderandoasmulheres.com/2010/12/las-mujeres-de-la-diosa.html
Artículo de: "DevaBlogger" para la Asociación LMD.
Desde el año 2003 Tejiendo Red en Igualdad.
DevaBlogger:
Licenciada en Antropología, Blogger,Twittera,Mujer,Madre,Hija,Nieta,Amiga y Diosa
martes, 15 de noviembre de 2011
" LO QUE ME SALE DE LOS TACONES "
Estaba mirando blogs de moda, por hacerme una ídea para comprarme lo justo, dos, tres piezas "imprescindibles" de temporada y pasar el resto del otoño-invierno, con lo que tengo del año pasado y del pasado al pasado....
Y allí estaban ellos, la locura de la temporada, "los taconazos".
Conozco a pocas mujeres que no los miren con cierta envidía en los escaparates y hasta mi abuela, señora de 80 años, exclama que en sus tiempos no se llevaban pero que si ahora tuviese mi edad, se los pondría..."si no tuviese los pies tan malos, me los calzaba". Susurra entre anhelos.
Los tacones tienen algo que nos embelesan a tod@s, a ellos que los miran con cierto encanto,(sobre todo cuando van acompañados de una buena pierna), y a nosotras,da igual que lleven pierna o que esten en los escaparates, esperando que los adoptemos y puedan torturar nuestros pies.
Recuerdo haberme pasado una noche en una discoteca mirando a dos Drags Queen, contornearse sobre el escenario, sobre unas plataformas de 20 centímetros, cómo si estuvieran con mis "manoletinas".
No son los botines con los que yo iría a la compra, pero admito que los tacones me fascinan. Y las mujeres que los llevan con tanta elegancia que parecen plumas flotando en el aire, me fascinan mas todavía.
Porque yo a veces me los pongo y ando. Pero ando cómo si algo me sujetase los tobillos y tuviese que ir arrastrando de ello. Ando pero no mas de un kilómetro en total y repartido entre varias horas y bueno, si voy a tener un sitio reservado, dónde sólo tenga que lucirlos para ir al baño o a pedir una copa, voy de sobrada y me pongo los mas altos. (Siempre que vaya en coche).
Hace unos días fuí al centro comercial a pasear por las tiendas mas de moda y asequibles (se sobreentiende cuáles son) para el bolsillo de una ciudadana de a pie, nunca mejor dicho y me topé de bruces con uno de ellos; Brillantes de charol negro, preciosos. Estaban nada mas al entrar. Busqué en el estante mi número; Y lo primero la fotito con el ipad para subirla a twitter, (imposible frenar el momento fetiche) y luego a mirar ropa.
Esos tacones son un cebo para que compres toda la ropa que queda de lujo subida sobre esos "stilettos" de 9 cm.
Y luego lo que la imaginación da de sí...llegando a casa, probándolos con las ligas negras y el picardias trasparente, dos copas de cava, las fresas, el chocolate....y por supuesto el marido,(pareja, amigo, compañero....cada cuál añada lo que guste) que en la vida real ni los mira, no se fija en los tacones, ni en el picardías, ni en las ligas. Mucho menos en cava, las fresas y el chocolate.
Artículo: Carla Vaquera (Autora del libro Las Heridas de las Hijas de la Diosa)
Y allí estaban ellos, la locura de la temporada, "los taconazos".
Conozco a pocas mujeres que no los miren con cierta envidía en los escaparates y hasta mi abuela, señora de 80 años, exclama que en sus tiempos no se llevaban pero que si ahora tuviese mi edad, se los pondría..."si no tuviese los pies tan malos, me los calzaba". Susurra entre anhelos.
Los tacones tienen algo que nos embelesan a tod@s, a ellos que los miran con cierto encanto,(sobre todo cuando van acompañados de una buena pierna), y a nosotras,da igual que lleven pierna o que esten en los escaparates, esperando que los adoptemos y puedan torturar nuestros pies.
Recuerdo haberme pasado una noche en una discoteca mirando a dos Drags Queen, contornearse sobre el escenario, sobre unas plataformas de 20 centímetros, cómo si estuvieran con mis "manoletinas".
No son los botines con los que yo iría a la compra, pero admito que los tacones me fascinan. Y las mujeres que los llevan con tanta elegancia que parecen plumas flotando en el aire, me fascinan mas todavía.
Porque yo a veces me los pongo y ando. Pero ando cómo si algo me sujetase los tobillos y tuviese que ir arrastrando de ello. Ando pero no mas de un kilómetro en total y repartido entre varias horas y bueno, si voy a tener un sitio reservado, dónde sólo tenga que lucirlos para ir al baño o a pedir una copa, voy de sobrada y me pongo los mas altos. (Siempre que vaya en coche).
Hace unos días fuí al centro comercial a pasear por las tiendas mas de moda y asequibles (se sobreentiende cuáles son) para el bolsillo de una ciudadana de a pie, nunca mejor dicho y me topé de bruces con uno de ellos; Brillantes de charol negro, preciosos. Estaban nada mas al entrar. Busqué en el estante mi número; Y lo primero la fotito con el ipad para subirla a twitter, (imposible frenar el momento fetiche) y luego a mirar ropa.
Esos tacones son un cebo para que compres toda la ropa que queda de lujo subida sobre esos "stilettos" de 9 cm.
Y luego lo que la imaginación da de sí...llegando a casa, probándolos con las ligas negras y el picardias trasparente, dos copas de cava, las fresas, el chocolate....y por supuesto el marido,(pareja, amigo, compañero....cada cuál añada lo que guste) que en la vida real ni los mira, no se fija en los tacones, ni en el picardías, ni en las ligas. Mucho menos en cava, las fresas y el chocolate.
Y es que lucir unos tacones de verdad, sólo pasa en las películas, cuando ella se desliza suavemente por los pasillos enmoquetados sobre sus tacones, y él la mira con respeto, admiración y deseo. Pero la realidad de los tacones, es otra muy distinta. Fué en la boda de Enrique II y Catalina de Médici allá en el año 1533, que la joven novia de 14 años, acudió a su propio enlace con unos tacones poniéndolos de moda en la corte. Moda que ya fué indispensable en la nobleza cuando en 1660 un zapatero, llamado Nicolás Lestage , regaló a Luis XIV unos salones con tacón bajo y a este modelo añadió la variante femenina que incluso Madamme Pompadour, adoptó cómo suyos, haciéndolos llamar "Tacones Pompadour".
Desde ese momento, los Tacones, quedaron ligados a la nobleza, al simbolismo de poder, distinción y elegancia y si alguien quería pertenecer a esta élite debía poseer unos.
En algunas ilustraciones Egipcias se pueden ver a Faraones y Nobles de la época en zapatos de cierta altura, por lo que se remonta bastante mas del siglo XIV/XV la ídea de que el tacón estaba ligado al Poder cómo simbolismo de estar "Por encima del pueblo llano".
Pero en el país del sol naciente, en el año 1800, cuando las Geishas femeninas ocuparon la mayoría derrocando así a los "Geishas masculinos" conocidos también por el nombre de Taikomochi, fué cuando los Tacones, se encontraron con su mayor paradoja. Estos seguían siendo simbolismo de distinción, pero a la vez se convirtieron en el castigo de muchas mujeres Geishas que deformaron sus pies por el fetichismo al que el hombre Oriental quería someterlas, inculcando que el pie pequeño(mutilado por el vendaje) sobre tacón era no sólo símbolo de elegancia, cultura y sabiduría, también lo era de belleza incodicional, de pecado poco accesible y de poder absoluto.
Y hasta nuestros días, hemos sido las mujeres las que hemos aceptado que las desvíaciones de columna, problemas de callosidades, "juanetes", laceraciones y úlceras hayan formado parte de nuestro día a día.
Hemos aceptado la parte material de llevar tacones, que es el simbolismo de la estilización, ...A cuántos Personal Shopper he escuchado decir que unos buenos tacones, "estilizan la figura", y las mujeres, siempre esclavas de la moda, de la sociedad y las tendencias, asumimos que no hay nada que unas buenas tiritas y parches contra el dolor de las rozaduras, nos pueda impedir subirnos a la elegancia, la distinción y la notoriedad.
Pero... ¿qué hay de la parte que no se ve, de aquello que arrastramos generacionalmente, de la memoria colectiva social?, ¿qué dicen los tacones que no podemos oir o ver?.....
Basándome en los análisis que la maestra Clarissa Pinkola, (Analista Jungiana) hace respecto a los cuentos, analizo a la "Cenicienta"....búscada para entrar en sus zapatos de tacón hechos del cristal mas perfecto y reluciente que existía en el reino.
Y si esos zapatos hubiesen hablado contarían que......
"Buscamos a una mujer que tenga cierta debilidad emocional y necesidad de ser sometida a un apuesto príncipe que debe mandar y gobernar a un pueblo, un reino y por su puesto a su joven esposa, que debe acatar normas, ser siempre correcta, educada y distinguida. Somos de cristal frágil por lo que no debe ser una dama pesada, no debe tener cargas familiares y tampoco debe desviarse del camino de la alfombra que el principe colocará para que la joven dama camine."...
Y allí estaba ella, la joven cenicienta que aguantó la humillación de sus hermanastras y madrastra, la víctima naturalizada a la que enseñaron que debía ser responsable, educada y que sus traumas o malestares se quedaban con los ratones y la calabaza, porque ahora, ya había llegado un príncipe para "hacerla feliz".
Durante una semana, en Facebook, lanzé la pregunta de: "Si usas unos buenos tacones, ¿crees que tienes más posibilidades de ligar?....más de un 70% de las mujeres que contestaron no sólo alegaron un rotundo sí, si no que muchas de las chicas más jóvenes se atrevían a contar la anécdota que de cuánto mas altos, atrevidos y caros eran sus tacones, tenían posibilidad de encontrar "un mejor partido". Aimara una chica de Madrid, cóntaba que iba a los entrenamientos de un equipo de segunda siempre bella, ajustada y en tacones y cómo premio, "tiene un fántastico novio con un audi". Asegura que si ese es el precio que a tenido que pagar por unas cuántas rozaduras, le han merecido la pena.
Una vez, debatí acerca de esto con una reconocida antropóloga nacional que me decía que una mujer que se sube a unos tacones, lo hace porque cree que solo de esta forma, puede igualar al poder del hombre. Para el hombre una mujer subida en unos tacones, es una mujer inofensiva, demasiado femenina para "plantarle cara" o comerse su terreno sin el consentimiento de este. Una mujer en unos tacones, es una mujer oprimida, una mujer dolorida, una mujer que intenta abrirse pasos inestables... y ya decían los nativos americanos que la tierra y el poder se sienten descalzos, caminando por la madre tierra, acariciandola con las plantas de los pies, no "hincando" tacones sobre ella.
Pero al final, este año, vuelven a ser la estrella de la temporada, y cada vez mas altos porque, esta es la cultura generacional y social que nos han dejado los tacones y la historía, y mientras por ejemplo la Diosa Beyonce se empaquete en su portada del nuevo disco sobre unos tacones imposibles y las modas nos sigan diciendo que elegancia, distinción y poder se suben sobre tacones, poco podemos hacer, aunque algunas llevemos siempre unas post-party en el bolso.
Artículo: Carla Vaquera (Autora del libro Las Heridas de las Hijas de la Diosa)
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