MANIFIESTO
Las organizaciones feministas que suscribimos este Manifiesto queremos mostrar nuestro rechazo al Anteproyecto de Ley de Prevención de la Violencia Machista contra las Mujeres y de Atención y Recuperación Integral de sus Víctimas, impulsado por el Departamento de interior del Gobierno Vasco.
El citado anteproyecto se ha tramitado sin publicidad suficiente, sin debate ni participación ciudadana, ya que sólo ha cumplido estrictamente con el mínimo periodo de información pública legalmente exigido, dificultando − si no imposibilitando − que se haya podido conocer y discutir por parte de las organizaciones feministas y otros agentes sociales. A pesar de ello, algunas organizaciones feministas hemos conseguido llegar a tiempo de presentar un documento de alegaciones, a disposición de quién tenga interés en apoyar la campaña que hoy presentamos, y del que, a día de hoy, no hemos tenido respuesta por parte de la Dirección.
Consideramos que el anteproyecto del Gobierno Vasco:
Promueve una clara SEPARACIÓN de las políticas de igualdad y las políticas dirigidas a combatir la violencia contra las mujeres. Entendemos que es imposible combatir y prevenir la violencia contra las mujeres sin abordar sus causas y sin vincular las actuaciones públicas al desarrollo y la implementación de políticas de igualdad, suponiendo esta separación un grave error en el abordaje de la violencia contra las mujeres.
La RESPONSABILIDAD en esta materia no puede recaer en el Departamento de Interior del Gobierno Vasco, ninguneando el trabajo de las instituciones creadas para trabajar a favor de la igualdad −y lideradas por mujeres− a un segundo plano, negándoles el reconocimiento y protagonismo que merecen y necesitan para ser efectivas. El abordaje de la violencia contra las mujeres tiene que ser multidisciplinar, contando con la coordinación y la complementariedad de las políticas y medidas implementadas desde las diversas instituciones, áreas, departamentos.
Nos parece que el Departamento de Interior debe emplear todos los recursos necesarios para proteger la integridad y garantizar la seguridad de las mujeres, así como para actuar contra los agresores. Sin embargo, atribuir a este Departamento la responsabilidad del impulso y la coordinación de todo cuanto tenga que ver con la erradicación de la violencia machista supone “policializar” el problema y errar de nuevo en el enfoque: para erradicar la violencia contra las mujeres es necesario atender a sus causas tanto como a sus consecuencias y abordarla integrando múltiples perspectivas.
El planteamiento recogido en el texto del anteproyecto refleja un excesivo proteccionismo y paternalismo para con las mujeres, nada gratuito, que redunda en más victimismo e incluso en mayor inseguridad. También debilita la capacidad de las mujeres para demandar medidas y servicios que les permita salir de la situación de violencia y desarrollar su proyecto de vida. Esto último es especialmente claro (y preocupante) en el caso de las jóvenes o las inmigrantes irregulares.
NO AMPLIA derechos para las mujeres víctimas, NI GENERA nuevos recursos o servicios. Bajo un preámbulo donde se describe la complejidad de la violencia machista, el posterior desarrollo del articulado no hace sino aglutinar los recursos ya existentes, sin incidir en los cauces para su mejora o los mecanismos para la dotación de nuevos y mejores recursos; algo que, por otra parte, es una reivindicación de todas las organizaciones feministas y agentes que están interviniendo en esta problemática.
Ante esta situación, exigimos al Gobierno Vasco en primer lugar información sobre la situación actual del anteproyecto y del proceso de alegaciones, pero también su paralización inmediata. Asimismo, exigimos que se impulse urgentemente un debate público sobre cómo abordar la violencia contra las mujeres. Debate público en el que es indispensable el compromiso de las instituciones y la participación de las organizaciones feministas y los diferentes equipos técnicos que, por cierto, se han manifestado mayoritariamente de forma tajante contra este anteproyecto.
Exigimos a las Instituciones Públicas y al máximo Organismo de Igualdad en la CAPV, EMAKUNDE, un pronunciamiento público claro y contundente en relación al actual anteproyecto. El compromiso y la apuesta por la igualdad no pueden quedarse en meras declaraciones vacías o en clamoroso silencio, como está siendo el caso: apelamos a la responsabilidad de quienes ostentan cargos públicos en materia de igualdad entre hombres y mujeres para que expresen públicamente su posición. Es imprescindible, también por parte de las instituciones públicas para la igualdad, una respuesta rotunda a este proyecto, dado que, como venimos explicando, por su perspectiva y contenido no supone ningún avance en la erradicación de la violencia machista, sino que al contrario es un retroceso.
Las organizaciones feministas llevamos mucho tiempo reclamando que la violencia contra las mujeres ocupe un lugar central en las políticas públicas: por el número de mujeres a las que afecta, por la impunidad con la que se ejecuta, por el gran impacto que la violencia que sufren muchas mujeres tiene sobre todas. Sabemos que su abordaje es complicado, porque el sistema patriarcal es un complejo entramado que cuenta con infinidad de mecanismos que fomentan y consolidan de forma muy eficaz la desigualdad. Es por ello que las políticas para erradicar la violencia machista no pueden estar supeditadas a intereses partidistas o coyunturales, sino que deben basarse en un análisis en profundidad del problema. Desde el Movimiento Feminista hemos luchado para visibilizar esta realidad y avanzar en las medidas y estrategias para la eliminación de la violencia machista, mostrando que la desigualdad es su caldo de cultivo y la discriminación su principal alimento. Por ello, y porque no vamos a renunciar a los avances conseguidos, no estamos dispuestas a consentir lo que claramente es un retroceso en el tratamiento de la violencia machista desde las instituciones públicas.
Porque la violencia machista debe abordarse desde sus causas y consecuencias, con un enfoque multidisciplinar y con recursos y servicios adecuados, proponemos:
1. PARALIZACIÓN DEL ANTEPROYECTO.
2. INFORMACIÓN.
3. DEBATE PÚBLICO Y PARTICIPATIVO
DESDE LA ASOCIACIÓN CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO LMD Suscribimos, Apoyamos y Damos Difusión, sumándonos a esta iniciativa.
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